lunes, 5 de julio de 2010

"Sol de tarde".

Pastel sobre tabla y cartón. 65 x 50cm.
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GERMAN ARACIL "PINTURAS AL PASTEL"


Exposición del 2 de Julio al 29 de Agosto de 2010


Horarios:

De lunes a domingo

Mañana de 10h. a 14:30. y de Tarde de 16h. a 20 h.


Lugar: Castillo de Santa Barbara de Alicante

"El rosal"

"El rosal". Pastel sobre cartón y tabla. 65 x 88cm.

En un día cualquiera, entré en una galería de arte y
mi alma quedó quebrada en un cuadro, era un desnudo,
y por esas cosas que tiene el azar, allí se encontraba
el autor; me lo presentaron, se trataba de
Germán Aracil , sus manos detenidas encendieron
la memoria y en un grito de silencio pensé en el gran
poeta y filosofo trascendentalista Emerson: “el nombre
no es más que la mitad de si mismo, la otra mitad
es su expresión”.
Adquirí el cuadro, cómo no, y desde aquel momento
quedé atrapado a su pintura como un náufrago
en la noche sujeto a un remo de pintura; porque no
había duda, aquello que es elemental para llamarse
profesionalmente pintor, Germán Aracil lo poseía: líneas
trazadas con firmeza, formas inteligentemente
contorneadas, y las relaciones entre la intensidad de
la luz y el valor de las sombras que proyectan la forma
total en singular, entre armónicos acordes cromáticos,
quedaban resueltos con aparente sencillez.
A veces, es el color de la piel con toda su lujuria
el que exulta los sentidos; otras veces, los medios
tonos elaborados endiabladamente; otras veces es
la luz la que dora todo el cuadro en una luminosidad
confortante; otras veces es el rojo o el azul, con estampados
blancos, de delicadas prendas femeninas
muy sugerentes, confieren a su obra una lírica plástica
con mano firme y segura. Sus fondos son un sigilo
de aire en sus dedos.
Secuencias figurativas, fundamentalmente femeninas,
así como una contenida emoción ante el bronce
de la carne como protagonista de sus caras o de sus
torsos, invaden la atmósfera de un aire ingrávido y
sugestivo, cuyo resultado, no es otra cosa, que la
armonía de colores, sincronizados en la consecución
de la forma en plenitud.
Pero, es que además, Germán Aracil escudriña los
rincones más recónditos del alma, buceando siempre
de adentro a afuera, para que en la expresión de los
rostros o del cuerpo contemplemos figuras cautivas
de miradas potenciadas de intimismo, que aumentan
la sensación de realidad, y poder expresar( con un
hilo finísimo) la ternura, el sufrimiento, la tristeza o la
lejanía en la mirada; aceptación del paso del tiempo,
el veneno de la piel desnuda, el silencio de los ojos o,
quizás, la belleza de las rosas solitarias.
En definitiva, Germán Aracil, se sumerge en lo
adormecido del ser humano y nos revela la magia de
lo desconocido a través de sus pinturas, pintura académica,
en algún caso, pero nada empalagosa, pues
la buena mano del oficio se deja ver en la soltura de
la perspectiva dibujada y en la limpieza de sus colores,
para interpretar contenidos objetivos desde una
refinada subjetividad.
PEDRO LÓPEZ ÁVILA
Catedrático de Lengua y Literatura Españolas